DAME UN POCO MAS DE TI

S
acas de tu alma secretos que guardo en disimulo e
interrumpes en mi cuerpo para robar el grito demencial
y llegas a mi... el deseo y la lujuria se hacen carnal.
Contorneadas figuras se deshacen del placer que se hizo esperar
y envueltos en sábanas de piel la humedad de nuestros cuerpos
rasgarán el instante de esta noche con la luna que nos mira
tras esa ventana otoñal...
Arqueas de placer mis caderas y envuelves en un beso de
calor mi éxtasis de pasión...
dejas huellas en la piel y te desvaneces por las curvas
que enloquecen tu sentir...

¡Fogosos esos labios que me tocan y
ardientes esos dedos que desnudan cada parte de mi piel!...

Intenso calor que avanza y se adueña envuelto en abrazos
que indican el camino de una aventura pasional...
¡Has de las sombras en la pared una figura más
entre los dos e imprégnate del sudor que se desliza
por la cima del placer!...

...¡Dáme el néctar de tus labios y produce
océanos en lo más bajo de mi ser!...
...¡Eróticos movimientos nos retuercen de placer!...
...¡Desvanéceme entre tus manos!...
...¡Entrégame tu sed que yo seré tu agua!...
...¡Soy lo que tú desees que sea, pues
esclava de tus deseos soy!...

Doma con tus manos estos pechos que ya son tuyos
y anida tus labios en las praderas del
profundo goce sexual.
...Somete a la resistida tentación que perdura
por un instante y aventurados estos cuerpos
recorren caminos entre los gritos del placer...
...¡Descubre cada sendero de mi cuerpo, cae en la
sinuosidad de mis caderas y apresura con tus manos
la llegada al paraíso terrenal!...

Deseos incontrolables y locura incorpórea se hacen presente
en el retumbar de golpes sobre estos cuerpos
que arden de placer, mirada cómplice de los dos,
hace caer en un estallido abismal el ensueño del instinto animal...
Fluidos en cascadas y erectos movimientos no dejan de crecer
entre esa amazona que no se deja detener...
Miradas confidentes dan esa señal...
...convéncete de entrar y toma éste cuerpo de mujer que se deja tocar...
...¡Hazme gozar y entrega en una noche cada parte de
tu insaciable necesidad de convertirte en un macho una vez más!...

Brotes de susurros al oído piden más, y esos cuerpos se castigan
con latigazos de placer hasta llegar a su final...
Rendido logras cautivar y en agitado palpitar das reverencia
a tan preciado atributo hecho piel...