
En una mañana de sol brillante y cielo azulado, debajo de un árbol tambalea un alma apasionada desgarrándose en suspiros y cae rendida en esa sombra que la ahoga y sumerge a una oscuridad en penas.
Callada y detenida en completa desnudez mira hacia el cielo y en quebradiza plegaria pidió por aquel fantasma que se detuvo frente a sus pies. Mientras los susurros apenas se dejaban escuchar, gestos interrumpían a la entristecida voz que no cautivó a esa persona que tanto amó, e hilando recuerdos sintió el desprecio que se hizo notar.
Grandes ojos oscuros y sombría presencia la miran sin dolor, da un paso hacia atrás y esa difusa figura se aleja sin hamacar el anhelo de tocar el cielo con las manos y rodar entre los juegos de besos y abrazos ya rasgados.
Esperanzas sepultadas marchan al olvido y quiebran el sentido de su esencia, sus pensamientos logran atravesarla como un puñal hacia los infiernos, y gritos de dolor dibujan el torrente lagrimal que cae delineándose en sus mejillas que palidecen al verlo partir.
Bajo la inmensa sombra de ese árbol, tomó sus prendas y vistió para dormir. Embebida en líquidos extraños, esa gota al fin cayó. Palabras silenciadas, gestos adormecidos y el sueño eterno por venir,… la extraña dama dio fin a su historia, una historia de locura por amor…
Muy bueno!! Una despdida... Me gusta mucho tu texto.
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