Sábanas de piel...

Resbaladizos dedos corren agitados
a la elevada ambición de su ser
y desesperada erupción de húmedo sabor
se desliza como manantial
entre las puertas del placer.


Tormentosos y contorsionados
movimientos se enlazan en sábanas de piel,
y despiadados labios se escabullen
en la cima del éxtasis perverso de la pasión.

Erótico fluir de marcas en un colchón
se toman un receso y en delirios recurrentes
dos cuerpos juegan al amor.

Acrobacias de pasión terminan encerrados
en esa impenetrable habitación
y curvas se adueñan de la encadenada frontera
entre lo mágico y lo carnal.

Bocas se sellan sin ser sus dueños y
brazos se aprisionan en el último suspiro
de esas noches de creación.

…¡Bendita esa luna que es testigo
de mi desolada ambición!...

Ambivalente sensación de poder
y sumisión se enredan en este acto
del desamor, manos se mecen en el placer
y miradas se vencen detrás de las vendas
que tapan la ausencia de emoción.

Escandaloso despertar del instinto
se disfruta en desmedida excitación y
sediento recorrido de sabor susurra
en ese grito demencial.

Árido calor entre las llamas
de la fuerza pasional
fluye en orgásmico furor
y revoltoso vuelo del más allá
explota en ese segundo redentor.

…¡Danzantes son esos cuerpos
que enloquecen en silencio
y evolucionado sonido retumba
en egoísta sensación!...

Como dueña del tiempo y
en escalofriante humillación
someto a los caprichos de esa
fuerza sin límites ni final,
pues sentenciado es ese hombre
que pedirá a mis pies una vez más.

Lluvia de agua caerá para borrar
las huellas que renacerán en tiempos
de urgente necesidad, aquí termina
y allá continúa, solo volverá
si las agujas del reloj
se detienen y mi cuerpo
extraña la vacía sensación
de querer un poco más.